sábado, 3 de julio de 2010

Temptation

No había llegado a olvidar por completo que de vez en cuando escribía. Quedaba algún rumor lejano de la última vez que publiqué una entrada, pero en verdad me resbalaba. No me gustaba escribir por no perder la costumbre, porque ya no había nada interesante que decir. Nunca he llegado a compartir la práctica de contar cosas superficiales que en realidad no tienen importancia. No queda más que la banalidad, no se profundiza en nada y nada aportan. Expresandome como mejor puedo, me justifico diciendo que estaba esperando la ocasión de poder ofrecer algo distinto, y aunque puede que para otros no sea más que otra simple entrada, para mí significa mucho lo que ocurrió ayer.
En todo este tiempo han pasado cosas buenas, otras no tanto y otras que no se calificar. En general no me arrepiento de ninguna, porque forman nuestra historia, y así hemos llegado a día de hoy. De este modo llegué a encontrarme ayer como en casa, a sentir que no estaba sola en mi causa. Y aunque seamos diferentes, en el fondo somos una pequeña familia a la que hay que alimentar para que no desaparezca. Sin dar muchos más rodeos, relataré lo ocurrido:
Se celebró una fiesta en un local de ropa lolita, y me invitaron a ir. Como imagináis, habría sido la persona mas necia si no hubiera ido. Hacía mucho tiempo que, sin conocer apenas a la mitad de las personas, me sentí parte de algo: gyaru y lolita, diferentes, pero compatibles entre sí. Si en esos momentos la gravedad hubiera dejado de existir, es probable que fuera la que más flotara por el pequeño atelier. Y allí me encontraba yo, entre mesas con galletas y té, estantes con complementos y ropa lolita, entre revistas japonesas y rodeada de gente similar a mí. Aquello que andaba buscando desde hacía tanto tiempo apareció de forma brutal ante mí. Me costó hacerme a la idea de que era real, pero cuando comprendí que así era fui la persona más feliz. Sé que, si la tarde hubiera pasado de mil formas distintas, esta habría sido la más perfecta. Sin más. No tengo palabras para describir que más sentí, porque serían demasiado simples y vacías, un simple reflejo de la realidad. Supongo que cada uno es capaz de imaginarlo por sí mismo. Yo no puedo más que dar las gracias a todas las personas que conocí y que me invitaron a formar parte de su vida.



(De derecha a izquierda: Anshin, Nee y yo)

Tal vez vuelva a tardar algún tiempo en volver a escribir algo, o tal vez mañana mismo tenga de nuevo una entrada. Ni siquiera yo lo sé. Lo único de lo que estoy segura, es de haré lo mejor posible para que os guste. No lo considero un blog trivial (para gustos están los colores), sino una vía de escape. A veces es más facil contar tu historia y cómo te sientes al respecto a personas que apenas conoces antes que a tus cercanos. Tal vez sea porque entienden mejor tu posición y es más objetivo.