jueves, 1 de marzo de 2012

Les fleurs du mal


"Al verte caminar con cadencia,
Bella en tu abandono,
Se diría que eres una serpiente que danza
en el extremo de un bastón"

Baudelaire




"Caminemos en la sacralidad de la noche,
donde convergen las ánimas del subconsciente
en los claros bañados de plata.
La soledad agónica invita a la abstracción,
la realidad difusa emerge de las profundidades de la mente.
Es entonces cuando sentido la existencia presiente"

Arinya




"Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven;
a los objetos repugnantes les encontramos atractivos;
Cada día hacia el Infierno descendemos un paso,
sin horror, a través de las tinieblas que hieden."

Baudelaire




"Ritual de lujuria y pecado
,
el aire evoca un olor de clavo y sándalo.
Es la tentación cual serpiente que ofrece la manzana del árbol"


Arinya





lunes, 14 de noviembre de 2011

Whips on fire


En qué se convierte la vida cuando cada día torna un suplicio. Existir es morir viviendo, es dolor sórdido y hastío.
Por qué seguir adelante sin nada que defender... Se perdió en el pasado. Su tacto grabado en mi piel y la reminiscencia en su legado.
No puedo olvidar pero tampoco quiero pensarlo.
Te fuiste por voluntad.
Aportaba paz y armonía en tu existencia, ¿acaso se completó de ambas y ya no las necesitas? ¿Acaso tornaron fútiles y vacías?
Me dijiste que me sentiría sola.
Me abandonaste por voluntad y aún me resigno a creerlo. Mi mente no es capaz de comprender, despojada ya de todo sentimiento.
Marchita y nefasta, cruel realidad con sonrisa dentada afilada como mil dagas.
Abocada sin retorno a la tristeza, soledad y humillación, rechazo desprovisto de contemplación.
Y esas dagas se clavan poco a poco y se deleitan con la agonía y se nutren de mis miedos.
Todo está condenado al fracaso. Nacemos para morir poco a poco.


Arinya

sábado, 29 de octubre de 2011

La realidad y el deseo


Su cabello es llama ondeante al aire que se alza impetuosa ante la sobriedad menguante.
Dama argenta teñida de rojo, a su paso busca el amanecer para postrarse a sus pies.
Su piel marmórea reluce en la oscuridad.
Quién te ha visto y quién te ve, dama errante y solitaria, abandonada toda esperanza.
Desaparecen las huellas de sus zapatos en las sendas desnudas.
No sabe a donde va ni quiere saberlo. Huye de su vida despojada y sin sentido.
Comienza su viaje sin rumbo ni destino.
Arinya